El papel de la alimentación en el equilibrio ácido-alcalino a nivel celular y la prevención del cancer
Las células que componen nuestro organismo
necesitan alimentarse, eliminar residuos y renovarse constantemente. La sangre
cumple dos funciones vitales: llevar a todas las células los materiales
nutritivos que necesitan y retirar de ellas los residuos tóxicos y ácidos que
se producen como resultado de la transformación de dichos nutrientes
(metabolismo).
A nivel celular se produce una especie de
combustión interna, ya que libera calor corporal. Los residuos que se originan
en este proceso de combustión son de naturaleza ácida y deben ser evacuados del
organismo a través de las vías naturales de eliminación (riñones, intestino,
piel y pulmones). Para cumplir adecuadamente esta tarea, la sangre debe mantener un ligero nivel de alcalinidad. En una persona sana el pH de la sangre (linfa, líquido cefalorraquídeo,...) se ubica entre 7,40 y 7,45.
El grado de acidez o alcalinidad se mide a través de una escala llamada de pH (potencial de hidrógeno) que va de 0 (extremo ácido) a 14 (extremo alcalino), ubicándose en el centro (7) el valor neutro.
Cuando se incrementa el nivel de acidez, la sangre logra conservar este
vital equilibrio a través de ciertos mecanismos de autorregulación. Lo hace a través de bases (álcalis) que neutralizan los
ácidos. Por ello, para obtener un sano metabolismo celular, es preciso que
junto al oxígeno, la sangre tenga un constante flujo de sustancias de
naturaleza alcalina, a fin de poder neutralizar los ácidos.
En primera instancia, y como mecanismo más
simple, la sangre debe obtener suficientes bases de los alimentos. En caso de
carencia (tanto por exceso de ácidos circulantes como por deficiencia
nutricional de bases), la sangre utiliza dos mecanismos de emergencia para preservar su
equilibrio. Uno consiste en derivar ácidos, depositándolos en los tejidos a la
espera de un mayor aporte alcalino. Esto genera reuma, problemas circulatorios,
afecciones de piel, etc.
El otro
mecanismo es recurrir a su reserva alcalina: las bases minerales (calcio,
magnesio, potasio) depositadas en huesos, dientes, articulaciones, uñas y
cabellos. De este modo, la sangre se convierte en un "saqueador" de
la estructura orgánica, con el único objetivo de restablecer el vital
equilibrio ácido-básico que permite sostener el correcto funcionamiento
orgánico.
Otros
factores importantes que debemos conocer sobre la acidosis
* Los alimentos que consumimos se trasforman
en desechos ácidos y expulsarlos a su debido tiempo es
sumamente importante.
* La sangre ácida se coagula más rápidamente y
provoca que se obstruyan las venas.
* La sobre-acidez es la principal responsable de enfermedades, como ataques cardíacos, envejecimiento prematuro y la obesidad.
* Nuestras células son levemente ácidas pero
están rodeadas de un flujo alcalino. La polaridad es esencial en la química o
para el intercambio de energía pero ésta se dificulta con la acidez. Ésta es
una de las razones por las que las personas pierden su energía.
* El pH ácido interfiere en la obsorción de
minerales por lo que la absorción del calcio será ineficiente.
* El exceso de acidez debilita todos nuestros
sistemas y obliga al cuerpo a obtener los minerales no recibidos, de los órganos
vitales y huesos para tratar de neutralizar la acidez.
* El cuerpo crea el colesterol para proteger
la acumulación de mortíferos desechos ácidos cristalizados fuera de los órganos
vitales como el hígado, corazón y riñones.
* El agua ordinaria o destilada es neutral
(pH7), las bebidas azucaradas como las colas son ácidas (pH 2,5).
Síntomas
de exceso de acidez
- ESTADO PSÍQUICO: tristeza, hiper-emotividad,
tendencia a la depresión, nerviosismo, irritabilidad.
- CABEZA: dolores de cabeza, conjuntivitis,
palidez.
- BOCA: saliva ácida, encías inflamadas y
sensibles, alta irritación de las amígdalas y faringitis que conduce a
infecciones repetitivas de las mucosas.
- DIENTES: caries y dientes agrietados o
frágiles. Sensibilidad de los dientes al contacto con alimentos fríos,
calientes o ácidos.
- ESTÓMAGO: acidez estomacal, eructos ácidos,
espasmos, dolores estomacales, gastritis y hasta úlceras.
- INTESTINOS: ardor en el recto,
predisposición a las inflamaciones intestinales y decoloramiento de las heces
por agotamiento.
- RIÑONES-VESÍCULA: orina ácida, irritación y
ardor en la vejiga y uretra. Cálculos renales y de la vejiga.
- VÍAS RESPIRATORIAS: sensibilidad de las vías
respiratorias al frío, frecuentes resfriados, bronquitis, sinusitis, anginas,
hipertrofia de las amígdalas, tendencia a las alergias, tos y garganta áspera
por irritacion de ésta.
- PIEL: sudor ácido, piel seca e irritaciones.
Grietas entre los dedos y alrededor de las uñas, micosis, granos, eczemas
diversos.
- UÑAS: las uñas se adelgazan, se parten y se
quiebran con facilidad. Estrías y manchas blancas.
- MÚSCULOS: calambres y espasmos, tendencia a
la tetania, al lumbago y tortícolis.
- SISTEMA ÓSEO Y ARTICULAR: desmineralización
de los huesos: osteoporosis, osteomalacia y raquitismo. Fracturas y lentitud en
su consolidación. Crujido de las articulaciones, bloqueo de las vértebras,
reumatismo, artrosis, artritis, ciáticas y hernia discal. Dolores articulares
migratorios.
- SISTEMA CIRCULATORIO: hipotensión, mala
circulación, extrema sensibilidad al frío. Tendencia a la anemia y a las
hemorragias. Sabañones.
- GLÁNDULAS ENDOCRINAS: agotamiento e
hipofuncionamiento de las glándulas en general, excepto la tiroides que tiene
la tendencia a acelerarse.
- ÓRGANOS GENITALES: inflamación de las vías
genitales por los ácidos. Se favorecen de infecciones.
- SISTEMA NERVIOSO: sensibilidad desmesurada
al dolor en general. Insomnio.
Un
excelente indicador: la orina
Dado que los ácidos en exceso son eliminados a través de los
riñones y la orina, tenemos allí un modo simple y preciso de verificar que está
sucediendo en nuestro organismo.
Este método de verificación fue descubierto
por el científico húngaro Erik Rucka y desarrollado por la Dra. Catherine
Kousmine, investigadora suiza, creadora de un sistema terapéutico basado en la
alimentación natural.
"Una persona sana y bien equilibrada, que recibe
suficiente cantidad de sustancias alcalinas en su alimentación -nos dice la
Dra. Kousmine en el libro “Salve su cuerpo!”-tendrá en la segunda orina de la
mañana un pH ligeramente alcalino, idéntico al de la sangre.
La primera orina
no sirve para el control por ser naturalmente ácida, ya que el reposo nocturno
sirve para que los riñones eliminen los productos ácidos de desecho".
El
sistema para verificar este valor es sencillo y se basa en el simple uso de
tiras de papel reactivo. Al contacto con unas gotas de orina, el color del
papel nos brinda de inmediato el valor.
Alimentos
alcalinizantes y acidificantes
Veamos que se entiende por alimentos acidificantes y
alcalinizantes. Nuestros nutrientes (como todos los elementos de la naturaleza)
tienen distintos grados de acidez o alcalinidad. El agua destilada es neutra y
tiene un pH 7.
Básicamente todas las
frutas y verduras resultan alcalinizantes. Si bien la fruta tiene un pH bajo (o
sea que resulta ácida), debemos evitar una generalizada confusión: no es lo
mismo la reacción química de un alimento fuera que dentro del organismo. Cuando
el alimento se metaboliza, puede generar una reacción totalmente distinta a su
característica original. Es el caso del limón o de la miel. Ambos tienen pH
ácido, pero una vez dentro del organismo provocan una reacción alcalina.
Distinto es el caso de las células animales. Tanto la desintegración de
nuestras propias células como la metabolización de productos de origen animal,
dejan siempre un residuo tóxico y ácido que debe ser neutralizado por la sangre.
Así vemos la diferencia básica entre un alimento de reacción
ácida (que obliga a robar bases del organismo para ser neutralizado) y un
alimento de reacción alcalina (que aporta bases para neutralizar excesos de
acidez provocados por otros alimentos o por los propios desechos orgánicos del
cuerpo). A fin de servir como referencia didáctica, veamos la tabla que expresa
en grados de acidez o alcalinidad, la reacción metabólica de ciertos alimentos
en el organismo humano.
Esta información es muy interesante a título orientativo,
pues nos permite comprender cómo funcionan ciertos alimentos en nuestro cuerpo.
ALIMENTOS DE REACCIÓN METABÓLICA ALCALINA
|
ALIMENTOS DE REACCIÓN METABÓLICA ÁCIDA
|
Uvas pasas | 23,7 | Panceta de cerdo | 28,6 |
Judias blancas | 18,0 | Pollo hervido | 20,7 |
Almendras | 12,0 | Pavo asado | 19,5 |
Dátiles
|
11,0
|
Carne de ternera
|
13,5
|
Remolachas
|
10,9
|
Cacauete
|
11,6
|
Zanahorias
|
10,8
|
Clara de huevo de gallina
|
11,1
|
Apio
|
8,4
|
Salmón fresco
|
11,0
|
Melón
|
7,5
|
Caballa fresca
|
9,3
|
Albaricoque
|
6,8
|
Galletitas crackers integrales
|
8,5
|
Pomelos
|
6,4
|
Nueces
|
8,4
|
Col
|
6,0
|
Pan de harina de trigo integral
|
7,3
|
Tomate
|
5,6
|
Queso de vaca
|
5,5
|
Limón
|
5,5
|
Requeson de vaca
|
4,5
|
Manzana
|
3,7
|
Manteca de cacauete
|
4,4
|
Calabaza
|
2,8
|
Pan de harina de trigo refinado
|
2,7
|
Nabo
|
2,7
|
Arroz blanco hervido
|
2,6
|
Uva fresca
|
2,7
|
Fideos refinados hervidos
|
2,1
|
Valores que indican grado de alcalinidad y acidez. Tabla elaborada por Bridges y modificada por Cooper, Barber y Mitchell
|
También los minerales juegan un rol importante en el comportamiento acidificante o alcalinizante de los alimentos y ello nos permite hacer una elección más consciente.
Por lo general resultan acidificantes aquellos alimentos que poseen un alto contenido de azufre, fósforo y cloro. En cambio son alcalinizantes aquellos que contienen buena dosis de calcio, magnesio, sodio y potasio.
En general los cereales generan desechos ácidos al ser metabolizados: ácido sulfúrico, fosfórico y clorhídrico. Esto resulta más marcado en el trigo y el maíz. El mayor contenido en minerales alcalinos hace que otros cereales resulten más alcalinizantes: mijo, cebada, quinoa, trigo sarraceno. El arroz integral es considerado como neutro en la dietética oriental.
Por su parte las legumbres y las semillas son ligeramente acidificantes por su contenido proteico, aunque no todos por igual, con excepciones como las almendras y las judias blancas, aduki y negros.
Los lácteos son elementos acidificantes, aunque la leche fresca sin pasteurizar sea ligeramente alcalina. La pasteurización acidifica la leche y por tanto a todos sus derivados.
Además es importante tener en consideración otros aspectos que tienen que ver con la preparación misma de las comidas. Por ejemplo: se ha demostrado que un 40-60% de los elementos minerales y un 95% de las vitaminas y bases se pierden en el agua de cocción de las verduras.
Resulta entonces que el alto contenido de bases que poseen las verduras -y que resulta tan útil para el equilibrio sanguíneo- se desvaloriza. Incluso las verduras llegan a presentar naturaleza ácida cuando se tira el agua de cocción (clásico ejemplo de acelga o espinacas).
Lamentablemente la acidosis (disminución de la reserva alcalina en la sangre) se está convirtiendo en una enfermedad social que provoca grandes problemas y que generalmente no se diagnostica.
Dejemos de lado (por lo obvio) carnes y hamburguesas, gaseosas basadas en azúcares refinados y compuestos acidulantes; bebidas alcohólicas, alimentos elaborados con cereales, grasas y azúcares refinados; lácteos industrializados y especialmente quesos; aditivos alimentarios, conservantes… pues forman un explosivo cocktail que se ingiere los 365 días del año, varias veces por día y en grandes cantidades.
La acidez en el organismo y el cancer
Otto Heinrich Warburg (1883-1970) Premio Nobel de Medicina en 1931 por su tesis
El Metabolismo de los tumores (Stoffwechsel der Tumoren, 1926).
Según este científico, el cáncer es la
consecuencia de una alimentación anti fisiológica y un estilo de vida anti
fisiológico.
¿Por qué?...porque una alimentación anti
fisiológica, dieta basada en alimentos acidificantes y sedentarismo, crea en
nuestro organismo un entorno de ACIDEZ.
La acidez expulsa el oxígeno de las células
Él afirmó: "La falta de oxígeno y la
acidosis son las dos caras de una misma moneda: cuando usted tiene uno, también
tiene el otro. Las substancias ácidas rechazan el oxígeno; en cambio, las
substancias alcalinas atraen el óxigeno".
O sea que un entorno ácido es un entorno sin
oxígeno.
Además él afirmaba que "privar a una
célula de un 35% de su oxígeno durante 48 horas puede convertirlas en
cancerosas".
Según Warburg: "Todas las células
normales tienen un requisito absoluto para el oxígeno, pero las células
cancerosas pueden vivir sin oxígeno - una regla sin excepción." Y también:
"Los tejidos cancerosos son tejidos ácidos, mientras que los sanos son
tejidos alcalinos".
En su obra "El metabolismo de los
tumores" Warburg demostró que todas las formas de cáncer se caracterizan
por dos condiciones básicas: la acidosis y la hipoxia (falta de oxígeno).
También descubrió que las células cancerosas
son anaeróbicas (no respiran oxígeno), y NO PUEDEN sobrevivir en presencia de
altos niveles de oxígeno. En cambio sobreviven gracias a la GLUCOSA siempre y
cuando el entorno esté libre de oxígeno.
Por lo tanto, el cáncer no sería nada más que
un mecanismo de defensa que tienen ciertas células del organismo para continuar
con vida en un entorno ácido y carente de oxígeno.
Resumiendo:
Células sanas viven en un entorno alcalino, y
oxigenado, lo cual permite su normal funcionamiento.
Células cancerosas viven en un ambiente
extremadamente ácido y carente de oxígeno.
La solución Comer una dieta que ayude al cuerpo a mantener el correcto equilibrio acido-alcalino. La dieta ideal debe tener un cociente natural de cuatro partes alcalinas por una acida.
Recomendaciones para alcalinizar su dieta:
1-Comer muchos vegetales y frutas.
2-Exprimir limón en agua como bebida.
3-Tratar de comer de 1/5 tazas de ""verdes""diariamente, como col rizada, mostaza verde o brócoli, espirulina y reishi.
4- Coma el mijo o la quinua como alternativa al trigo.
5 -Use aceite de olivo en lugar de aceites vegetales.
Fuentes